La coenzima Q-10 (ubiquinona) conocida coloquialmente como CoQ-10 no es vitamina, ni mineral ni aminoácido, sin embargo es absolutamente vital para mantener nuestra salud. Esta coenzima actúa a nivel de la mitocondria de la célula cardíaca que es la productora de la energía celular y sin la cantidad óptima pueden presentarse alteraciones patológicas cardio-vasculares siendo las mas frecuentes hipertensión, angina de pecho , prolapso de la válvula mitral, arritmias e insuficiencia cardíaca.
La CoQ-10también protege a nuestro organismo de un envejecimiento prematuro y aumenta la fuerza de nuestro sistema inmunológico. Tiene también otras indicaciones precisas como son en la prevención y tratamiento diabetes, enfermedades de las encías, obesidad, cáncer, fatiga crónica, colesterol alto y en enfermedades neurológicas. En Europa el no indicar la CoQ-10 en estos problemas de salud puede considerarse negligencia , muy especialmente en las enfermedades cardio-vasculares. En Japón es uno de los medicamentos mas empleados y de los mas efectivos. En los Estados Unidos su uso apenas se está iniciando.
Nuestros alimentos tienen mínima cantidad de esta coenzima y nuestro organismo puede procesarla bastante bien pero nunca se obtendrá la cantidad óptima con solo los alimentos y de allí la necesidad de tomar suplementos de CoQ-10, ya que la deficiencia de este vital nutriente es muy común en hombres y mujeres. Desafortunadamente esta deficiencia es agudizada por una gran cantidad de medicamentos de uso frecuente ya que destruyen esta coenzima Q-10 y en los cuales están productos para bajar el colesterol, antidiabéticos, antidepresivos, ansiolíticos, antihipertensivos, para bajar de peso y otros.
Hay un criterio bien establecido que toda persona arriba de los cuarenta años debe de tomar este suplemento pero también lo deben tomar todas las personas a cualquier edad si padecen o tienen alto riesgo de padecer de alguna de las enfermedades anteriormente mencionadas y las que están tomando medicamentos que destruyen la CoQ-10.
Las dosis oscilan entre 30 mgs. a 400 mgs. al día. La dosis óptima para cada persona debe ser establecida por su médico ya que la persona que se auto receta o es recomendada por la persona que la vende en la farmacia o la tienda naturista se está corriendo el riesgo de no obtener el beneficio adecuado por una dosis baja o de tomar demasiado innecesariamente y aunque este nutriente virtualmente está exento de efectos secundarios dañinos es un producto que tiene un costo monetario significativamente alto , pero vale la pena la inversión en la CoQ-10.
Aparte de la dosis es también importante la calidad y la presentación del producto ya que la calidad debe ser siempre calidad farmacéutica y la presentación debe contener aparte de la CoQ-10 algunos otros nutrientes que la hagan completamente absorbible ya que de lo contrario el organismo no la asimilará.
El profesional de la salud que la indique debe tener buen conocimiento y experiencia en este excelente nutriente para que el paciente obtenga los beneficios óptimos con la menor inversión monetaria.
Deseo concluir este boletín citando una frase del Dr. Stephen T. Sinatra , eminente cardiólogo, profesor, investigador y autor de varios libros de cardiología , dice en uno de sus libros: “ Como cardiólogo Yo creo que la CoQ-10 es uno de los mayores avances en medicina en el siglo XX para el tratamiento de las enfermedades del corazón”. |