Vitamina K : Indispensable para huesos sanos.
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La vitamina K es quizá la menos “familiar” de todas las vitaminas ya que solo la relacionamos con la coagulación de la sangre y nunca pensamos que la deficiencia de este nutriente es una de las causas para el desarrollo de la Osteoporosis.
Gran parte de la población a nivel mundial es deficiente en vitamina K. Aquí se incluyen países desarrollados y en desarrollo y en personas de ambos sexos y de todo nivel social y económico.

La “K” viene del idioma Danés “Koagulation” que significa coagulación sanguínea y cuando fue descubierta en 1929 no se consideró como esencial. Las bacterias amigables de nuestros intestinos son las encargadas de la producción de la vitamina K-2 (menaquinona), en los alimentos va la K-1 (filoquinona), ambas son las naturales ya que la K-3 (menadiona) es sintética y de allí cuando tenemos problemas crónicos intestinales o abusamos de los antibióticos la K-1 no se metaboliza y la K-2 no se produce o se produce con deficiencia para satisfacer todas nuestras necesidades pero para el ciclo de coagulación sanguínea una pequeña cantidad es suficiente. La fuente principal de este nutriente son los vegetales de hojas verdes incluyendo las hojas, alfalfa y la yema del huevo especialmente cruda.

La vitamina K es soluble en la grasa y para su absorción es indispensable que nuestra alimentación contenga grasas adecuadas y saludables. Esto nos debe hacer reflexionar sobre ciertos productos, muy promocionados para bajar de peso, que evitan la absorción de las grasas pero que también al mismo tiempo evitan la absorción de las vitaminas A, D, E, K. Esto puede causar una desnutrición muy seria y ser el origen de una gran variedad de enfermedades y que a veces no comprendemos porque se presentan.

Es cierto que el buen calcio tiene un rol muy importante en mantener los huesos sanos y en la prevención de la osteoporosis pero a pesar de su innegable importancia este puede ser dañino si se acumula en nuestras arterias. La calcificación de las arterias en un factor de riesgo en el desarrollo de las enfermedades cardio-vasculares en especial en personas mayores de cuarenta años de edad. Esto nos lleva a otra reflexión: el de tomar calcio sintético en la forma inapropiada, únicamente pensando que es bueno para los huesos. Todo lo “bueno” en exceso o tomado en forma inapropiada también puede llegar a ser dañino o ineficaz.

Nuestra olvidad vitamina K es la única vitamina que puede mantener a nuestras arterias libre de altas concentraciones dañinas de calcio y al mismo tiempo mantener el calcio en nuestros huesos ya que es indispensable para que la matriz ósea absorba y mantenga calcio en cantidades adecuadas.
En Japón la Vitamina K es una medicina recetada para la prevención y tratamiento de la Osteoporosis. La Medicina Biológica la incluye desde años en el protocolo del tratamiento y prevención de la Osteoporosis.

Las personas que toman por necesidad anticoagulantes están usualmente con déficit de vitamina K, esto se debe al efecto del anticoagulante y por consiguiente les aumenta el riesgo de acumulación de calcio en sus arterias y el desarrollo de arteriosclerosis y osteoporosis. Pero hay que recordar que una persona que toma anticoagulantes no debe tomar vitamina K. Esto es un dilema serio para el cual en algunos casos hay solución, sustituyendo el anticoagulante por otros productos que son antiplaquetarios y no causan déficit de vitamina K. Este procedimiento debe ser vigilado muy de cerca por su médico.

Como un último comentario pero no por eso menos importante: NO se auto-medique. Las dosis de vitamina K deben ser determinadas por su médico ya que las dosis van desde 100 MICRO-gramos hasta 40 MILI-gramos y no es prudente usar la vitamina K-3 (menadiona) sintética por su posible toxicidad.

 
 
 

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DR. JOSÉ ROBERTO LÓPEZ OLIVARES.
DIRECTOR DEL BOLETÍN MÉDICO EN LINEA


Comentarios: dr.lopez@telesal.net

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